jueves, 17 de enero de 2013

¡ viva cartagena !

Últimamente se ha vuelto a hacer referencia al movimiento cantonalista que se produjo en España durante la Primera república. Normalmente, se le considera como un episodio surrealista, grotesco y propio de lo peor de la historia de unos españoles que no se dejan gobernar.

Y aquí van un par de ejemplos. Esta presentación la recibí por correo y, junto a datos históricos correctos se mezclan comentarios subjetivos y algunas referencias que, a pesar de que se repitan mucho, no son en absoluto ciertas.


La revolucion cantonal from maito

Es interesante la referencia a Jumilla, que, buscando por internet, aparece frecuentemente, y - no es coincidencia- en artículos de opinión referidos al actual proyecto soberanista catalán. También aparece incluso en textos educativos, pero la famosa y curiosa "declaración" del Cantón de Jumilla
"La nación jumillana desea vivir en paz con todas las naciones vecinas y, sobre todo, con la nación murciana, su vecina; pero si la nación murciana, su vecina, se atreve a desconocer su autonomía y a traspasar sus fronteras, Jumilla se defenderá, como los héroes del Dos de Mayo, y triunfará en la demanda, resuelta completamente a llegar, en sus justísimos desquites, hasta Murcia, y a no dejar en Murcia piedra sobre piedra.”

Realmente, el cantón de Jumilla no existió nunca, y esta declaración fue inventada por una revista contraria al movimiento.

Tal vez habría que profundizar un poco más sobre lo que en ese momento era el federalismo republicano, un movimiento político que pedía crear un estado "de abajo arriba"y no, como es habitual, desde las propias estructuras del poder. Así, las familias forman un municipio, varios municipios forman un cantón y estos forman un estado nacional (eso recuerda mucho al federalismo anarquista, sin duda).
Tampoco estaría de más analizar algunas de las decisiones - estas sí verdaderas- de los cantones, como el de Cartagena, que pedían, entre otras cosas, la educación obligatoria, la prohibición d ela religión en las escuelas o - tras reconocer el derecho a la propiedad- la supresión del derecho de herencia.
No olvidemos tampoco el contexto histórico internacional: en 1871 se ha producido, tras la derrota francesa en la guerra franco-prusiana, un intento de movimiento revolucionario en Paris, llamado "la comuna", que no es tan lejano, ni en el tiempo ni en las ideas, a algunos de los proyectos cantonalistas españoles.

Así pues, sería interesante dar otra visión del movimiento cantonalista, tan diferente a los posteriores movimientos nacionalistas, habitualmente mucho más conservadores, y mucho más cercana al anarquismo y a otros movimientos revolucionarios.

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